miércoles, 16 de noviembre de 2016

Mi heroína sin alas

Obra distinguida y por ello publicada en el libro antología “Vivencias” convocado por la editorial: “letras con arte”.
Han participado 1386 escritores.
13 de noviembre de 2016

Hoy, termine el trabajo muy cansada, más de lo habitual ¡demasiadas noches seguidas sin descanso en el hospital!
Además, apenas he dormido estos días, pues mi mundo idílico se desmorona; Pablo; mi fotogénico y perfecto esposo, acababa de comunicarme que ha perdido la pasión. ¿Perdido la pasión? ¡No tiene narices la cosa, por ser fina y no decir huevos! ! Que contrate un detective privado a ver si la encuentra, el muy capullo…!
Esos pensamientos y otros menos finos, rumian en mi cabeza: trabajando, comiendo, duchándome… Y hoy en el coche también, hasta que en la radio ha sonado nuestra canción, al ir a cambiar el dial…
Llueve, es un día de frío invierno, aún falta para amanecer, la carretera está desierta, hace frío, estoy empapada por dentro y por fuera, no ceso de llorar,  de fondo "Imagine" de John Lennon, enmarca este paisaje; apenas puedo andar, mi ropa está rota y yo milagrosamente casi no tengo un rasguño. Observo lo que queda del coche, solo es un amasijo de hierros, del que no atino a saber cómo he salido.
Helada;  rota por dentro, más que por fuera; diviso una pequeña roca y sólo me siento en ella, continúa la lluvia, el frío, sigue sin amanecer y yo sólo estoy, allí, sentada, sin pensar, sin reaccionar.
Se persona una joven, que ha bajado de un coche, que ni he oído, ni he visto, se aproxima, con una suave y dulce voz pregunta que me ha pasado; sin recibir contestación ninguna por mi parte, llama al 112 y dice que pronto acudirá la ayuda.
Intenta levantarme y llevarme a su coche para que no pase frío y pueda secarme; sigo sin contestar; ni reaccionar; en silencio me acerca su cazadora, cubre mi cuerpo tembloroso, me abraza y permanece en silencio a mi lado, sin moverse, sin dejarme. De nuevo rompo a llorar y susurrando suavemente me tranquiliza y asegura que todo irá bien, que todo se arreglara.
La última vez que la vi fue junto al SAMU, intente buscarla para darle las gracias, nadie recordaba a ninguna mujer, ni ningún coche, pregunte los datos de la llamada a urgencias y la respuesta fue que salieron de mi teléfono, teléfono que se perdió en el accidente.
Ella fue mi ángel, mi heroína, sigo conservando su cazadora que cada día me recuerda que:
 “Todo irá bien”.

Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.

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